Duele lo que nos hace crecer

En mi ultimo posteo hice un descargo hablando de la vulnerabilidad y de la depresión. Fue increíble y muy notorio como después de haberlo escrito algo cambió en mi. El poder de expresarse, de la manera que sea, en este caso escribiendo me ayudó muchísimo. Todos estos días fueron una revelación, me bajo mucha info acerca de todo esto. Hasta me sentí un poco rara por haber sentido algo tan fuerte y que después se vaya como si nada. (Mas adelante entro en profundidad con esto). Realmente no se si tuvo que ver el eclipse del sábado, haberlo sacado afuera, o saber que era una tormenta momentánea, pero algo paso.

Tambien fue muy movilizante recibir sus mensajes, sus mails me dejo pensando un montón de cosas…

Siempre hablo de mi despertar, fue un momento muy especial para mi. Por primera vez había empezado a prestarle atención a todas esas voces adentro mio que se hacian preguntas y que querian encontrar, aunque sea, alguna de las respuestas. Sea el momento que estuviese atravesando, con quien y donde. Tambien sentí que estaba conectando con un dolor muy profundo y al mismo tiempo sentia que iba abriendo los ojos despacito después de tanto tiempo de tenerlos cerrados y darme cuenta que pasar de la oscuridad a la luz duele. Era una especie de nacimiento o re -nacimiento. Como un volver a salir a la vida pero esta vez siendo totalmente consciente de que había estado dormida. Por un par de años creí que mi despertar había sido mi único despertar pero hasta hace muy poco me di cuenta que no existe uno, que aquel fue el inicio y que posiblemente a lo largo de mi vida existan varios.

Cada despertar trae esto, y me lo estoy recordando ahora. Es una nueva llamada a emprender el viaje del heroe. Por que siempre estamos en el viaje. Como si fuese un espiral (que vendría a ser la vida) y uno va subiendo a medida que evoluciona, pero a veces volves a pasar por los mismos lugares, me gusta decirles materias como las del colegio, pero podrían ser experiencias, para poder reescribir, hoy desde un nuevo nivel de conciencia, con todo lo aprendido, aquello que en su momento no sabia.

Todo final trae un inicio, asi como cada inicio trae un final. Un duelo. Hay algo que deja de ser para que pase a ser de otra manera. Y el duelo lleva un proceso de tiempo, un cambio para aceptar lo nuevo. Por eso es un nuevo o el primer despertar (según quien lo pase). En mi caso es uno nuevo.


¿Porque los despertares vienen con dolor?

Yo creo que uno cuando viene al mundo y es un niñx, simplemente es. No hay tanto cuestionamiento, ni juicio, ni mascaras, ni adaptaciones. Pero en algún momento todo eso empieza a construirse para “adaptarnos”, para “pertenecer”, para no sentirnos “fuera de lugar”, y en ese viaje, de a poco, uno se va perdiendo. Se va alejando de quien verdaderamente es. Y uno se va armando su identidad. Pasa que no siempre esa identidad es verdadera, entonces uno la tiene que ir descubriendo y es como ir sacandose la vieja piel para que aparezca la nueva. Pero depende en que parte del viaje esta cada uno y si uno realmente quiere descubrir su verdad y dejar de ser el personaje que armo para el afuera y ponerse a cuestionarse todo esto. No todo el mundo se anima a enfrentarse consigo mismo, por que no todo es luz, y juego. Tambien hay partes nuestras oscuras que dejamos en la sombra y preferimos no mostrarselas a nadie ni hacernos cargo nosotros mismos.

Es todo un viaje de descubrimiento que tenes que estar dispuesto de querer hacer. Por eso es que el despertar no es algo hermoso y ya, es un viaje incomodo, donde moris (simbólicamente) muchas veces, la pasas como el culo, pero lo bueno es que en cada vuelta estas mas cerca de ir encontrándote con tu propia verdad y vivir tu propio viaje, aventura y camino, en fin, mas cerca de vos. Y lo bueno tambien es que en ese viaje te encontras con gente que resuena con vos porque va para la misma dirección. Asi como dejas de resonar con personas atadas a tu vieja identidad.

En resumen como que el viaje es ser, para no ser, para volver a ser. 

Niñx - adulto - reencuentro con tu niñx - para aprender a escucharlo y a darle lo que en su momento (entorno, colegio, familia, amigos, etc) no le pudieron dar, o le dieron tanto que tampoco supo construir sus propias herramientas y hoy necesita hacerlo por si solo. 

Nos dieron o no nos dieron, todos tenemos que aprender a entender que sea la edad que tengamos tarde o temprano tenemos que hacernos cargos de nosotros mismos. Aprender a escucharnos, a valorarnos, a acompañarnos ya no depende de nadie mas que de nosotros mismos. La mirada en el afuera, la aprobacion de los demas, tiene que pasar a ser la mirada sobre nosotros y nuestra propia aprobación. 

Cuando uno empieza a despertar o vuelve a despertar, lo que puede suceder es que uno siente como que esta atravesando una gran tormenta, y esa tormenta puede producir incertidumbre, ansiedad, miedos, desconfianza, por que todo se pone oscuro, en jaque, y es por eso que se le llama la noche oscura del alma, por que uno siente una desconexión total con la vida y un vacío donde te sentis totalmente separado de lo divino. Te sentis perdido, sin esperanza y consumido por la melancolia. Es una especie de depresión espiritual. Y donde todo ese viaje que venis haciendo hasta ahora pierde sentido de alguna manera por que algo esta muriendo. 

En la adolescencia es donde se puede sentir por primera vez una fuerte crisis de identidad comparada con una depresión. No se de donde viene la palabra depresión pero lo que si se que dice “de - presión”. Osea que una presión por algún lado hay, interna o externa pero existe. Por eso entramos en un caos.

En mi caso, mi ansiedad por querer encontrar respuestas a mis preguntas cuando vuelven, son ambas presiones, por lo colectivo, por el querer saber ya que quiero hacer, con quien y como y mis propias presiones y autoexigencias de que ya tengo que tener todo resuelto. 

Por eso lo comparo con la adolescencia, como si cuando uno termina de estudiar o pasar esa etapa (que ni siquiera duela - de duelar) por que es algo que terminó un ciclo que cerró y que no vuelve mas, ya tiene que pasar a otra etapa pensando en que ahora tendría que estudiar, que es algo que se va a convertir en mi profesión PARA SIEMPRE. Lo mismo pasa después cuando uno termina la carrera y viene, el matrimonio, o después los hijos, etc etc. 

Son muchas presiones, son muchos “deber ser”. Y si uno no tiene un trabajo interior hecho (menos la primera vez) puede llegar a doler mucho mas, por que uno no es consciente. De hecho, yo tengo bastante laburo interior hecho y duele igual, y siempre un duelo duele. 

Lo bueno es que el haber laburado en mi, hace que los tiempos de estar en el pozo oscuro duren cada vuelta menos. Y aunque tenga una amnesia en el momento de lo que me esta pasando, tambien me jueguen mis estados emocionales, mis hormonas, los eclipses, las lunas nuevas y mis repetición de patrones,  después me cacheteo en la realidad y veo que ya estuve aca, que ya sali, y que todo pasa. Solo fue otra vuelta mas que me deja mas sabia, mas consciente y mas cerca de mi. 

Tambien este proceso me habilita a validarme todas las decisiones que tome hasta ahora. A volver al presente, a poner foco en que todo lo que estoy viviendo lo elegí de cierta manera, con mis pensamientos, mis acciones, mis decisiones. Que hoy las vuelva a poner en la mesa para revisarlas no significa que las invalide por que ya no las quiero o por que quiero algo mas, algo nuevo. 

Tengo que aprender a ser  mas compasiva conmigo y con mis procesos, con mis ciclos, entenderlos y con todo mi amor, volver al presente a validarme lo que sea que hoy tengo y que elegí en su momento y que pueda cuestionarlo si asi ya no lo desee y ni siquiera sepa a donde voy ni que rumbo nuevo quiero elegir. 

Es el momento de mirar de frente mi camino, sola, por que es mio, y si bien muchos nos acompañamos en este viaje y hacemos que no se sienta tan solitario la realidad es que es solos, al final las decisiones que tomemos, los únicos responsables vamos a ser nosotros, asi que mejor estar en buenos términos con nosotros mismos, aprendiendo a construir una buena y sana relación. 

Frente al nuevo camino que tengo por delante ahora puedo decidir, nada me apura, dejo esa presión, me abrazo, me digo a mi misma que estoy donde tengo que estar ni mas adelante, ni mas atras, hoy, aqui ahora, atravesando lo que tenga que atravesar, si es el pozo oscuro saber que nada es para siempre, que lo único que existe y la única constante es el cambio, que estoy viviendo lo que tenga que vivir y validandome lo que eso sea, por que desde donde hoy este hay algo que seguro tengo que aprender. Suelto el control un rato,  a veces tiro una mano al cielo confiando que estoy sostenida pase lo que pase. Y que cuando esas nubes se vayan despejando voy a ver el camino con mayor claridad y recupere el mando. Le tengo que dar tiempo, me tengo que dar tiempo. 

La vida (o yo misma) me esta invitando al cambio, una vez mas, una crisis es una oportunidad de cambio, para una vez mas aprender a volver a mi. Tengo  2 posibilidades, o me abandono, o me elijo en el proceso.

En estos días abracé a mi melancolia, le di lugar, abracé a mi ser interior que busca y busca y que a veces tiene que tirarse a descansar un poco. Abrazo a esta Nicole que va entendiendo cada vez mas profundamente estas vueltas de espirales, de ciclos que son parte de la vida y que hay que aceptarlas y recordarlas. Y la llamo a vivir el presente que es lo único que hay, y como me dijo alguien hace poco: “nos cuesta simplemente existir y estar en el momento presente” me lo llevo para recordarmelo.

La pandemia nos dejo en vista muchas cosas, como por ejemplo que hay personas que uno pierde, situaciones que se transforman, vínculos que cambian, etapas de la vida que quedan atrás, momentos que se terminan y vuelven a empezar. 

Al final el camino me muestra que madurar es aprender a soltar, y que crecer duele un monton. 

Pero que cuando pasas por la tormenta, en cada vuelta, hay una nueva versión, mas autentica tuya y se que eso vale la pena.


“Y una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa sí es segura, cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata la tormenta”,

Haruki Murakami.

Anterior
Anterior

El viaje del héroe

Siguiente
Siguiente

Depresión y vulnerabilidad